Monday, July 20, 2009

Bienvenidos a la Era del Repudio



Ignoro si es mi sentir personal, el sentir general o si es un fenómeno específico que frecuenta mi entorno, pero desde los últimos meses me he fijado mucho en actitudes reiterativas que han crecido infecciosamente en gente que escucho hablando en la calle, en los blogs, en los Twitters, frente a frente, etc. Me refiero al repudio.

Hace unos días pregunté (con poco éxito y respuesta) en el Facebook qué significaba el repudio y porqué la creciente necesidad en la gente de atacar gustos y/o placeres de otros, porqué cada vez vivimos una separación mayor.

Mi brother Jorge me respondió muy elocuentemente acerca de su postura, en la cual concuerdo con su visión del repudio como una característica amoral: cuando lo antinatural o lo que deja de ser funcional sigue de modo impuesto o insostenible, ésta actitud es la que ha conseguido la argumentación y la lucha para traer estos cambios que han sido beneficiosos para la humanidad, ejemplo de esto, el fin del oscurantismo o de algunos gobiernos fascistas. Lo describe como algo normal y sano. Concuerdo como en el sentido muy básico también, del sentimiento de asco. Cuando tu naríz detecta algo detestable o algun tóxico para sí, emite una señal de asco o nausea para evitar la ingestion de lo recién detectado.

Dice Gorgieboy: "No es defender o atacar a la tolerancia ni a la intolerancia, si no ubicar cómo están siendo usadas, defendiendo o reprobando qué y el valor de los casos específicos. La simple tolerancia por la tolerancia, o la intolerancia por la intolerancia, es en sí ya una actitud vacía guiada por conceptos vacíos. Defiendo la confrontación, en primer lugar pacífica, después respetuosa, en casos graves, como sea mientras no genere violencia." Esta era la opinión que necesitaba para comprender el repudio como un mecanismo de sabiduría natural. Cabe señalar que este bro, como la mayoría de las personas con valores que respeto, repudia la corrupción, la violencia y el abuso, son cosas que dentro de los acuerdos sociales y morales, no son deseables y resultan dañinos. Aclaré esto último para comenzar el siguiente punto.

El segundo punto surge porque tras esta gran explicación, seguía habiendo algo que no me cuajaba, porque me remitía al repudio al que me refería, en el que originalmente estaba pensando cuando formulé las preguntas. Me refiero a lo que Yoryiboy hubiera llamado 'La intolerancia por la intolerancia', a estas manifestaciones de repudio y separación que considero meramente idiotas ya que atacan a cosas que no son dañinas o perjudiciales, a diferencia del abuso y la corrupción, por ejemplo. Me refiero al estado de odio y queja que más y más gente arroja para atacar a quien piensa diferente, a quien le gusta otro tipo de música, a quien es de otro país o raza, arremeter contra quien fué o indiferente o entusiasmadamente fan durante la muerte de Maicol, contra quien expresa un gusto por una actividad, película o cosa, contra quien sigue una fe, una religión, una vida espiritual y/o contra quien decide ser ateo o agnóstico. Ese repudio contra quien habla con la voz alzada, contra quien no tiene las mismas capacidades, contra quien no baila, contra quien no sale, contra quien busca dar paz y amor, contra quien busca ser mejor, contra quien no.

Vivimos en un entorno donde crece esta sensación de que cada vez es más fácil convertirnos el blanco de de ataques neuróticos para cada vez más personas. Me parece que eso no está bien. El problema es que muchas veces acaba en violencia, ya que siempre inicia como agresión. Me refiero a esta predisposición para atacar que no recuerdo estuviera presente de este modo tan expreso y agresivo años atrás. Yo reconozco esa parte en mí cuando me retuerzo y repudio a quien ataca así, de manera pasiva o activa otra(s) persona(s) por una característica personal o ideológica, con la cual no esta dañando a terceros. Lo reconozco en mí cuando incluso me repudio a mí mismo por haber caído en la actitud de haber aplastado a otros con argumentos, actos y comentarios que no aportaron ni sirvieron de nada mas que para darme uno de esos infértiles momentos de culto al ego. Rechazo el repudio cuando me doy cuenta de que está siendo utilizado para lucrar, menospreciar, moralizar o engrandecerse a costa de las diferencias con otros, con personas o actividades que expresan gusto o respeto por la vida propia y/o ajena.

Pareciera que odiar siempre algo es el artículo de moda. En la Era del Repudio nadie llena, conoce o disfruta sus vacíos. En la Era del Repudio se busca taponearlos neuróticamente con gustos fugaces, efímeros y falsos, o buscando el argumento que aplaste al otro, haciéndonos sentir más grandes y evolucionados que las masas, ya sea en nombre del progreso y la razón, o 'porque es la palabra de Dios', o porque una falacia lo hace parecer lógico. Como si eso importara, como si eso nos fuera a hacer 'más' o 'mejores' que el resto de simios racionales y parlantes que somos... a veces como si se nos olvidara que igual nos comen los gusanos: igual te mueres y te pudres, y de tu religión, ciencia y filosofía no te quedarás nada, por lo que eres libre de elegir lo que a TÍ te gusta, porque al final no importa, porque al final está bien lo que el otro elija, también.

En la Era del Repudio existe el vicio de nombrar, definir y etiquetarlo todo. Creemos que ya todo está definido y escrito y solo hay que recurrir a la fuente que lo publicó. Estamos de luto, tras haber sido cómplices de la muerte de la curiosidad por conocer lo que decimos odiar.

En la Era del Repudio, cada vez más personas repiten el mantra que dice: "Te defino indeseable, todo tú eres despreciable, por ésta característica que tú tienes."

En la Era del Repudio, en su odio y espíritu de queja puede regodearse, creando un espejismo de grandeza, todo quien carezca de la capacidad de autocrítica.

En la Era del Repudio, el verdadero amor, vale, importa, y mueve mucho más que la verdad, aunque pase desapercibido o sea silencioso: El amor, -por muy biológico, químico o poco sublime como lo definen algunos- lo hemos vislumbrado todos, la verdad, nadie, y la razón, menos.

En la Era del Repudio nos defendemos con argumentos para no vivir en acuerdos. Intercambiamos la experiencia, vida y observación propia por lo que dicen libros, medios, autores, con sus etiquetas y definiciones previas, que no muestran verdades últimas o tangibles, sólo nos enseñan a seguir etiquetando y no ver más que por encima de las definiciones.

En la Era del Repudio casi todos son mentirosos, charlatanes, ofensivos, fantoches, falaces, arbitrarios, inconscientes, borregos, vendidos u oportunistas (menos uno).

En la Era del Repudio se enseña a separar, a señalar, a criticar, a rebajar, a desesperarse por conseguir la razón, y el resultado es más dolor, un dios hecho a la imagen y semejanza de la neurosis humana, un conocimiento que no ha servido para mejorar nuestra calidad de vida, ineptitud para vivir como especie sobre este planeta, un oscurantismo científico, una epilepsia espiritual, una arritmia que eclipsa el raciocinio.

No se qué es mejor hacer en este caso. Sé poco o nada sobre muchas cosas, y a mí lo que me mueve y alimenta siempre es la duda de que todo es cuestionable, y no le creo a nadie que me venda verdades últimas, sólo adhiero sus verdades a mi lista de posibilidades... Lo único que puedo hacer es hablar, decirte que si todo esto te duele, a mí me duele tanto como a tí. Sólo quiero pasar un tiempo de calidad mientras sigo respirando, ser útil. No quiero definir las cosas, sólo tocarlas. Sólo quiero ser un elemento entrópico, paradójico, dentro de este tiempo/limbo/purgatorio llamado la Era del Repudio. Es lo que dándole una pensada, por ahora elegí.

Gracias especiales a Georgieboy, Alex, Arce y GC, y a la persona que haya tomado la foto de los clavitos para que yo pudiera encontrarla en Google e intervenirla.

3 comentarios:

Indi said...

Que triste sentirse tan identificada en tantos pedazos de tu composición sobre la Era del Repudio, es difícil cuando uno intenta ser diferente y no caer en fenómenos como el consumismo o la violencia sin razón (o violencia en general), darse cuenta de que cometemos más crímenes contra la humanidad de los uqe creemos, darse cuenta y Despertar a la Vida, como siempre digo, de que los que estamos dormidos somos nosotros, de que mi filosofía de vida responde a un modelo de persona creada para su bien por los tiburones*

El cambio es más difícil de logra de lo que creemos,porque como con el conocimiento, cuantas más soluciones encontramos más problemas descubrimos y cada vez son más los misterios y los errores que tenemos como personas con respecto a los otros. Particularmente en un país como el mío, Argentina, la cultura del individualismo, la superación personal y el pisoterar a quien sea por mi bienestar está muy instalada y es difícil cambiar una mentalidad formada por décadas de historia triste..en fin, soñar no cuesta nada y esperanza hay q tener siempre..

*Te recomiendo leer, por si no lo haz hecho, el cuento de Bertold Bretch "Si los tiburones fueran hombres", seguro encontrás alguna relación con tu escrito.

Te felicito.

Milo said...

Mira bien, a lo mejor encuentras que también es La Era del Amor. Sólo depende que cara de la moneda quieras ver. Amor y odio son en esta era, y en las pasadas, y quizá en las venideras.

Quizá es sólo una faceta de la realidad, pero no la realidad toda. Sorprende ver cuántos están del otro lado...

RЄĐ said...

Indi: Gracias Indi, pondré a Bretch en mi lista de cosas que hacer. Creo que el meollo de todo esto es conocerse a sí mismo. Conócete a tí mismo y podras comprender y entender el mundo, dice por ahi alguien de quien no recuerdo el nombre pero sí el peso de la verdad que creo entrever en sus palabras.

Falazexy: En efecto, es una faceta, la que ha acaparado mi atención últimamente, la que me causa impotencia y tristeza, de la que casi no hablo, y de la que me empiezo a desintoxicar al expresarlo.

Gracias!