Thursday, November 5, 2009

¡Para todos hay!


Sí, para todos hay, mucho y de lo mismo, y por pelear con la otredad, ¡ni nos damos cuenta!

Llevo unas semanas observando los conflictos sociales o personales que se me presentan con frecuencia. Quizá tu conoces varios, pero tengo algunos ejemplos: Jipis que critican que otros jueguen videojuegos. Videogeimers que critican a los que tienen vida social. Alcohólicos que critican a los religiosos. Religiosos que critican a los jipis. No digo que una sea contraria de la otra, me refiero que la instalacion en una perspectiva paraliza la aceptación y rechazará cualquier cosa que sea diferente en los casos mas faltos de consciencia, es decir, casi en todos (notar y decir esto no me libera, anyway). No digo que sea algo malo, ni siquiera lo critico. Sólo señalo que esta identificación con una u otra cosa, y el estado de batalla con lo otro, puede contener el peligro de anular la capacidad que tiene nuestro conocimiento para extenderse a más areas y perspectivas.

Jipis, videogamers, alcohólicos, religiosos (por seguir el ejemplo anterior) y todos los clavados en 'x' o 'y' basicamente hacemos lo mismo: Derivamos nuestro pensamiento y esfuerzo (y super importante, nuestro dinero, que para todos los bolsillos hay) en un producto o actitud, algo asequible, resultado de la noción de que sabemos, vemos o vivimos algo que otros no pueden, no entienden o no tienen derecho ("la cualquierada", "pobres cuates", "pinches changos", "mugres ignorantes", "tristes pseudointelectuales", o el abucheo que tú uses). La obtención de dicho producto (llámese videojuego, alcohol, religión, 'cosita buena onda', intelectualidad, dharma shopping y demás) tiene un costo por el que intercambiamos dinero, y este dinero sirve a quien produce (o bien, financia) estas cosas deseables (o su forma de llegar a tus manos, ojos u oídos) para abrirse paso a la obtención de influencia y poder: Lo vemos con líderes espirituales, de la iglesia ni se diga, de los líderes de la industria del alcohol, del tabaco, mira nomás Microsoft como lo hace con el dinero que le dí por mi amado XBox, múltiples corporaciones (...) y la lista es interminable, sólo basta con que cada uno de ustedes me diga en que onda andan (y mas exquisito aún, lo que sea que odien, rechacen o critiquen) y le encontramos el hilo. Es verdad, en quien cree en una religión, una facción o un partido político es más obvio este fenómeno, que en el alcohólico o videogamer... pero ahí, ahí está.

No es malo, pero a veces implica entender que algunas cosas aparentemente opuestas (en el mejor de los casos, porque en la mayoría son solo 'diferentes') cumplen los mismos patrones (p. ej. el odio y necesidad de tener razón absoluta del religioso contra el científico, es la misma que la del científico contra el religioso: aquella en la que el argumento o idea ya no vale por sí mism@ sino por su nece(si)dad de atizar al contrincante). Otra cosa que implica es que pelearse con el otro a veces deja de tener sentido... cuestionar, quererle ganar al otro y probarse a sí mismo ya no tiene su sabor de antes, o al menos para mi, que consumo lo que consumo, a lo mejor saber esto le da más ganas de pelear a otro.

No se trata de hacer caso omiso de lo que sucede, al contrario, ya no permite tan fácil la parálisis desde el estado de queja y de 'guácala' hacia lo otro, digo, la queja es padre, a mi me gusta, pero es asi: rica en contenido, y pobre en acción. Y hablo de la queja como actitud de vida, naturalmente, porque de la queja como cotenido, o producto, vende. Y vende muy bien, y hay quien gana dinero de tu amargura, también.

Es eso. Tú compras una cosa y decides no comprar otra. O compras esta idea que comparto o la rechazas. Tu razonamiento puede percibir todos los grises de en medio, pero tus actos no: o haces o no haces algo.

Todo son fuerzas constituidas y encarnadas por quienes le contribuyan, porque para la especie humana no hay nada más inasequible que la verdad absoluta. Las verdades del hombre cambian por modas, por acuerdos y estándares de las facciones predominantes. Lo fué el politeísmo, lo fué el monoteísmo, lo es la ciencia, lo es lo pop.... y para tí, ahora, eres tú. ¿Puedes ver a qué o a quién (consciente o inconscientemente) sirves tú? ¿Tú también te has dado cuenta de que directa o indirectamente alimentas todo aquello que intentas repeler?

¿Podremos algún día liberarnos de esto (vivos)?

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