Tuesday, July 7, 2009

Fragmento de la mañana



Martes 7 de Julio, 10:17 a.m. estoy en la estación del Metro Tacubaya, esperando a abordar en la línea naranja.

Llega el metro, gente amontonada para abordar. Por las ventanas de las puertas se logra ver que un gran tumulto de pasajeros espera para salir una vez éstas se abran.

Puertas abiertas: Tumulto de adentro hacia afuera. Noto que la señora junto a mí se avalanza contra el mar de gente que sale, intentando forzar su entrada antes de que la multitud salga. Ley natural es que un individuo solo no puede más que una multitud, al menos en términos de fuerza bruta. La señora es empujada sin clemencia, y ella, enojada, golpea a 3 personas que la botan hacia atras - y que no lo hacen con dolo, sino por inercia de toda la gente que tienen atrás tratando de salir.

Una vez todos afuera, y los que esperábamos para entrar, adentro del vagón, habiendo tenido todo el tiempo para entrar y acomodarnos, la señora se sienta, y saca de su bolsa un libro para leer en el viaje. El título del libro: Amor y valores cristianos.

2 comentarios:

Indi said...

Que genial. Amo las pequeñas historias cotidianas en la vida, me parecen más interesantes que las grandes y obvias porque adquieren significancia sólo gracias a la aguda observaión y ocurrencia de quién la vive u observa. Momentos que fácilmente se pierden en el olvido y que ocurren todo el tiempo pero no son vistas. Agregan alegría por lo general además debido a que, como ya dije, dependen de nuestra ocurrencia. La señora una capa, como ella conozco muchas, gracias a Dios también conozco a los del otro tipo.

¿Será que la señora recién iba en el primer capítulo?...

Muchas gracias por tus comentarios en mi blog, me ha encantado como escribís y espero seguir leyendo de vos.

RЄĐ said...

Gracias por la visita, espero sea la primera de muchas. Ya me he aficionado a tus blogs, gracias por aportarme nutrición mental y emocional mediante las reflexiones que compartes. Saludos y seguimos en contacto! ;)