Thursday, June 18, 2009

El teatro del padecimiento



Conozco a A y B.

A se enojó hace dos semanas conmigo porque le confronté acerca de cierto manejo ético hacia su trabajo, pareja y amigos y de inmediato expresó sentir un dolor de cabeza, logrando hacer que me callara y evadirse. Días después, culposamente, me comenta que 'algo' le hizo daño ese día y que se enfermó de estómago, cabeza y gripa. Reunió a cuanto conocido para que le llenaran de atenciones, escucharan sus quejas, sus padecimientos y desgracia únicos, y porqué su condición es especialmente desventajosa frente a la persona promedio. Basta esperar su proximo capricho o ego frustrado para hacer quinielas sobre su siguiente recaída.

B se operó por segunda vez de la misma cosa, tiene un problema quiza crónico pero tiene toda la inteción de resolver de una vez por todas. Menciona su operación entre varias cosas que quiere hacer en su semana, entre ellas, terminar con sus síntomas. No busca cuidados o atención, simplemente compañia para intercambiar cariño, afecto y buen humor con quien le rodea para cargarse de buenas vibras y seguir adelante con su vida. Tiene actitud positiva y pese a que podría tener una reincidencia desventajosa y especial, no le da un lugar protagónico. Y no es que no le guste el drama, a veces le gusta, pero para B es mas importante estar mejor que el drama.

***

No hay maestros más grandes que las enfermedades. Son el golpe contundente para centrarnos, y mostrarnos de qué estamos hechos: nos desarma, nos inutiliza, nos saca de combate.

No lo habia mirado con detenimiento, pero desde la hipocondria influenzosa hasta una racha de todos enfermándonos de salmonelas y gripes en el trabajo, mas otras enfermitis crónicas cercanas o no tanto, veo patrones, en los que la enfermedad o el malestar son tan fuertes que o nos soltamos y nos dejamos ir (no somos nada), o cristalizamos un personaje (el enfermizo, el martir, el manipulador).

Es como un gran teatro. No es mentira la enfermedad como padecimiento, pero la enfermedad como herramienta siempre está rodeada de engaños hacia nosotros y hacia los demás. Las enfermedades que contraemos entonces pasan a segundo plano, y más importante se vuelve la actitud que tenemos frente a ellas. Nuestra actitud puede ser la mejor clave hacia nuestra cura o bien, enterrarnos humana y socialmente más que la enfermedad por sí sola.

Es entonces cuando la enfermedad se convierte en un personaje que nos desplaza por completo, es el pretexto para dominar, manipular o arrebatar 'derechos' por encima de los sanos, acaparar privilegios y cariño lastimero. Cuando te enfermas, ¿qué haces? ¿Descansas? ¿Te ponemos positiv@? ¿Manipulas? ¿Te justificas? ¿Castras? ¿Esperas estar mejor, o esperas que te cuiden? ¿Buscas alivio o atención? A los demás, ¿los entiendes o los juzgas? ¿Contraes la enfermedad, o te vuelves un enfermo?

No culpo a quien es poseido por sus fines por los cuales usa la enfermedad como herramienta: no han aprendido a obtener sus metas por otra via. Es cuestión de aprendizaje. He conocido gente de lo más positiva, cariñosa y optimista en las enfermedades más graves, así como a las más manipuladoras, egoístas y castrantes por un simple dolor de cabeza. Y es verdad que también noto que la gente se enferma más en estos días que lo que hubiese visto en otras épocas, lo cual me hace pensar que hay una creciente enfermedad, ya no física o viral, naturalmente, sino de actitud. Much@s se enferman en cuanto algo no les está saliendo de acuerdo a sus caprichos y demandan atención. Eso dista de un virus o algo fuera de control. Es la enfermedad como personaje teatral. Por eso cierro diciendo, que al enfermarnos, si la enfermedad es un personaje teatral, es mejor estár en una comedia que en un drama o tragedia, ya que funcionar en virtud de algo no positivo, siempre es una pérdida de tiempo.

3 comentarios:

Milo said...

Porque supongo que al final, la enfermedad sí nos sirve para algo y cada uno decide para qué. Puede ser un método de auto conocimiento, un camino de crecimiento o un mecanismo de manipulación. Y qué tal, si cómo sugieres, también una forma de reírnos de nosotros mismos y de la vida. Todo depende de qué tanta consciencia tengamos del asunto.

Y la risaterapia funciona, ya hay muchos experimentos interesantes y además divierte. El problema es que hay quien se aferra demasiado al drama, hasta decir que no quieren comedia, que prefieren llanto que risa. Pus cada quien... Yo quiero cantar una bella canción:
Ríe, ríe, porque en la vida siempre vas a fracasar, porque mañana también estará nublado, porque no eres musculoso, porque no eres talentoso, en la vida siempre vas a fracasar, ja ja ja ja.

Refachadona said...

mmmh... que cagado, no lo había leído antes... jeje. SALUD por ese mezcal de maracuyá!

RЄĐ said...

Ora si que no hay nada mejor que decir al respecto que: SALUUUUUUD!!!!!
SALUD PARA TOD@S!!!